Sundance 2022: ‘Cha Cha Real Smooth’, divertida pero aleccionadora

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

Sundance dedicó sus últimos días a la repetición de las películas ganadoras, anunciadas el pasado viernes 28 de enero. Cha Cha Real Smooth (2022), dirigida y protagonizada por el joven Cooper Raiff, se llevó el Premio del Público en la Competencia Estadounidense y fue adquirida por Apple TV+. 

Sin duda es una película divertida, basta ver la genial secuencia inicial en la que el protagonista Andrew, un chico de 12 años, le avisa a su mamá (Leslie Mann, conocida por sus colaboraciones con Judd Apatow) que está enamorado. ¿El problema? Su interés romántico es una mujer adulta, quien naturalmente le “rompe el corazón” de manera considerada. 

Cha Cha Real Smooth mantiene su espíritu coming-of-age cuando nos volvemos a encontrar a Andrew 10 años después. A sus 22 años (interpretado por Raiff), tiene la presión de responder la clásica pregunta: ¿qué harás después de la universidad? Es en este periodo de transición e incertidumbre en el que se desarrolla la historia central. Mientras su novia construye una nueva vida lejos de él en Barcelona, Andrew despacha comida rápida a la espera de algo mejor: estudió marketing y quiere trabajar para alguna organización sin fines de lucro. 

Una fiesta de bar mitzvá a la que lleva a su hermano menor (Evan Assante) termina siendo un momento determinante para Andrew. Por un lado, revela su talento como animador de fiestas –en general Andrew es sumamente extrovertido–; por el otro, conoce a Domino (Dakota Johnson), la madre de Lola (Vanessa Burghardt), una adolescente autista. 

La convivencia entre Raiff y Burghardt se siente natural, una vez que el tipo logra la difícil tarea de hacer que la joven se sienta en confianza. Una escena, por ejemplo, transmite lo abrumador que puede ser socializar para una persona con autismo. No obstante, Lola no deja de ser un personaje secundario y funcional. 

En el núcleo de Cha Cha Real Smooth está la relación entre Andrew y Domino. Un romance imposible por excelencia: aunque parecen estar hechos el uno para el otro y la atracción mutua es obvia, la afligida Domino tiene un prometido (Raúl Castillo). Y lo que parece ser todavía peor para el director y escritor Raiff: Domino es mayor que su personaje. 

Ciertamente a un joven de 22 años no le convendría involucrarse con una mujer más grande que él, quien tiene una hija de un matrimonio previo y está a punto de volverse a casar. Pero el amor es incontrolable y “no tiene edad”, ¿no? La misma película parece decirlo… hasta que decide darle una lección a su protagonista. 

A pesar de su experiencia universitaria, todavía le falta mucho por aprender, pero estamos hablando de una potencial relación entre dos adultos. ¿En serio necesitamos a una adulta de 30 y tantos (Domino) aleccionando a un adulto de 22 (Andrew) sobre ese futuro cercano sin compromisos, propio de la juventud, al que estaría renunciando si se consuma su relación? 

El tono expone la urgencia de Cha Cha Real Smooth por ser una película correcta. Ahí está la lección de la adulta hacia el adulto más joven que los encamina a lo ideal, acorde a su situación y edad. Un “final feliz” que trae un subtexto propio de estos tiempos, cuando películas como Licorice Pizza (2021), del gran Paul Thomas Anderson, son señaladas –sobre todo en Estados Unidos– por la diferencia de edad entre sus protagonistas. Tomando en cuenta esto, no debería sorprendernos que Cha Cha Real Smooth haya triunfado en Sundance, donde las propuestas menos arriesgadas suelen terminar en el palmarés y asegurar distribución.