‘Django y Django’: Ensayo documental sobre los westerns de Sergio Corbucci

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

Quienes siguen al gran Quentin Tarantino seguramente conocen la historia sobre la génesis de su western Django sin cadenas (Django Unchained, 2012): trabajar en un potencial libro de “crítica de cine subtextual” dedicado al director Sergio Corbucci –responsable de la original Django (1966)– lo llevó a considerar su violento y desolador Viejo Oeste como una representación del fascismo. Entonces, se preguntó Tarantino, ¿cuál es el equivalente americano de esta brutalidad? La respuesta está en que Django sin cadenas se desarrolla en el sur de Estados Unidos antes de la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud.

En el documental Django y Django (Django & Django, 2021) –dirigido por Luca Rea y disponible en Netflix– reaparece Tarantino y su tesis sobre la relación del Viejo Oeste de Corbucci con el fascismo. Tarantino no se jacta de saber lo que Corbucci pensaba exactamente, aunque un clip muestra al italiano afirmando que su western nevado El gran silencio (Il grande silenzio, 1968) “combate contra el fascismo”.

Corbucci creció en la Italia de Benito Mussolini y, aprendemos, fue parte de un coro infantil que recibió a Adolf Hitler. Naturalmente Django y Django nos acerca a su vida y carrera en la industria cinematográfica italiana: empezó como crítico, luego guionista y director de segundas unidades, hasta alcanzar el puesto de director principal. Trabajó en el género péplum (películas históricas de aventuras) y gustaba del western. Filmó un par de películas de vaqueros –Tarantino equipara Minnesota Clay (1964) con los westerns del americano Delmer Daves– antes de que su amigo y colega Sergio Leone cambiara todo el panorama cinematográfico con Por un puñado de dólares (Per un pugno di dollari, 1964). Fue entonces cuando el western se convirtió en uno de los géneros más populares en Italia. 

A Tarantino, quien funge como crítico e historiador, se suma la voz de Ruggero Deodato, mejor conocido por dirigir brutales películas de caníbales, como la legendaria Holocausto caníbal (Cannibal Holocaust, 1980). Deodato fue asistente de Roberto Rossellini y del propio Corbucci, entre otros, en una época próspera para la industria italiana. También tenemos una entrevista con el mismísimo Franco Nero, quien fue dirigido por Corbucci en Django, Il mercenario (1968) y Vamos a matar, compañeros (1970).

Django y Django se concentra en los spaghetti westerns de Corbucci, entrelazando análisis cinematográfico, historias detrás de cámara y material de archivo –destacan las viejas entrevistas con Corbucci y las grabaciones desde sus sets que lo revelan como un tipo de buen humor–. Se destacan las características de los westerns firmados por Corbucci: violencia explícita –“de Corbucci saqué toda la crueldad… era sanguinario y no le importaba nada”, dice Deodato, quien fue acusado de asesinar a sus actores; mientras que Corbucci presume haber “matado” a más personas que Nerón y Calígula–, villanos despiadados, antihéroes, personajes femeninos complejos, influencia de los cómics y del cine japonés, en ocasiones humor e, incluso, pasajes más cercanos al sentido épico de Leone. En particular el inolvidable clímax de Il mercenario musicalizado por un tema de Ennio Morricone, que Tarantino usó años después en la segunda parte de Kill Bill (2003-2004). 

Siempre es un deleite ver a Tarantino, quien lidera el documental, analizar y contextualizar cine. Es un verdadero apasionado con teorías, lecturas y opiniones únicas. No faltan las menciones a John Ford –quien sabemos no es de su agrado–, sus pensamientos sobre el periodo post-spaghetti western de Corbucci –dedicado a filmar populares películas cómicas– y una peculiar teoría sobre Django y Mercedes. 

Si bien Django y Django no llega a ser un documental completista de los westerns de Corbucci –QT dice que El Navajo (Navajo Joe, 1966) y Comandos al infierno (I crudeli, 1967) son sus favoritas personales, aunque esta última brilla por su ausencia, quizá por un tema de derechos–, sí pone los reflectores en producciones de Corbucci menos conocidas como Gli specialisti (1969), La banda de Jed y Sonny (La banda J. & S. – Cronaca criminale del Far West, 1972) y Che c’entriamo noi con la rivoluzione? (1972), western cómico que cierra su trilogía sobre la Revolución Mexicana. Más importante: cumple con su objetivo de hacernos entender y apreciar las singularidades del trabajo de Corbucci. 

Para quienes conocen la mitología de Había una vez… en Hollywood (Once Upon a Time… in Hollywood, 2019), Tarantino cuenta anécdotas inéditas sobre Rick Dalton y Corbucci no incluidas ni en la novelización. Para poner al tanto al ignorante Dalton (Leonardo DiCaprio) sobre la esencia y buena parte de la historia del “segundo mejor director de spaghetti westerns”, bastaría que el agente Marvin Schwarzs (Al Pacino) lo encaminara a ver Django y Django.