Cannes 2023: ‘Black Flies’ intensifica la competencia

Por Eric Ortiz García (@EricOrtizG)

Después de un par de películas con un ritmo calmado, Black Flies (2023) inyectó una dosis de intensidad pura a la noche del segundo día de actividades en el Festival Internacional de Cine de Cannes.

El director Jean-Stéphane Sauvaire retrata la ardua labor a la que se enfrentan los paramédicos, al atender las emergencias en una ciudad inmensa como la de Nueva York. Black Flies –cuyo título hace referencia al olor a muerte que atrae a las moscas– sigue a un novato (Tye Sheridan), asignado por el jefe (breve participación del mismísimo Mike Tyson) como compañero del clásico veterano experimentado, quien suele seguir sus propias reglas: Gene (Sean Penn).

Black Flies encuentra su potencia a la hora de reflejar el brutal nivel de estrés inherente de este oficio. El joven paramédico interpretado por Sheridan lidia con situaciones de vida o muerte, gente sumamente hostil y criminales inmisericorde; incluso, con sus propios colegas, que lo ven por debajo del hombro o le juegan mórbidas bromas de pésimo gusto. En un punto, el desahogo total de Sheridan en un club nocturno es más que entendible.

Black Flies también muestra la camaradería entre Sheridan y Penn (ambos de excelentes actuaciones) –que en ocasiones se torna “incorrecta” con chistes de pedofilia, o cuando Gene declara su odio por los ciclistas– y algo de sus vidas personales. El joven aún aspira a obtener un título universitario de médico, al tiempo que su relación con una madre soltera se vuelve más seria. El veterano adora a su pequeña hija, pero se alejará todavía más de ella por la nueva relación de su ex esposa (Katherine Waterston).

Todo es usado para remarcar que el trabajo de estos paramédicos, siempre al límite y para nada adecuado si buscas desarrollar una relación sana, los pone en una situación peligrosa: en cualquier momento podrían quedar rebasados, “enterrados” por la sordidez con la que conviven. Black Flies explora ese lado oscuro que, sin duda, se podría pensar como equivalente a lo que pasa con los policías: hay paramédicos cuya conducta se vuelve inmoral. Por ahí aparece Michael Pitt con actitud antagónica cada vez que Penn es suspendido. Y la película lleva a nuestro veterano coprotagonista a su punto más lóbrego posible.

Aunque no todo es pesimista en Black Flies, sobre todo con el personaje de Sheridan  –además de que también hay casos de emergencias con un desenlace motivador para los paramédicos cuya intención es ayudar–, Sauvaire hace explícito su cometido: generar conciencia sobre esos paramédicos que se ven totalmente rebasados. Eso es algo que el cineasta logra.

Deja un comentario